Jornada de Ayuno y Oración por la Paz
El Papa Francisco, al finalizar la Audiencia General del miércoles 23 de febrero, inicio un llamamiento con la siguiente expresión: "tengo un gran dolor en mi corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania".
El Santo Padre ha mostrado su angustia y preocupación por esta situación llamando, a quienes tiene responsabilidades políticas, a que realicen un examen de conciencia ante el Dios de la paz, que nos ha hecho todos hijos suyos y por tanto, hermanos en un mismo Padre. Además pidió a las partes que no aumenten el sufrimiento de las poblaciones y favorezcan la convivencia.
Y ha finalizado su intervención, haciendo un llamamiento a creyentes y no creyentes para que bajo la enseñanza de Jesús, guardemos intensamente ayuno y oración el próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza.
Texto íntegro del llamamiento del Papa por la paz en Ucrania
«Tengo un gran dolor en el corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas se están abriendo escenarios cada vez más alarmantes. Al igual que yo, mucha gente en todo el mundo está sintiendo angustia y preocupación. Una vez más la paz de todos está amenazada por los intereses de las partes. Quisiera hacer un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas, para que hagan un serio examen de conciencia delante de Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos. Pido a todas las partes implicadas que se abstengan de toda acción que provoque aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional.
Y quisiera hacer un llamamiento a todos, creyentes y no creyentes. Jesús nos ha enseñado que a la insensatez diabólica de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno. Invito a todos a hacer del próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, una Jornada de ayuno por la paz. Animo de forma especial a los creyentes para que en ese día se dediquen intensamente a la oración y al ayuno. Que la Reina de la paz preserve al mundo de la locura de la guerra».
Francisco
AUDIENCIA GENERAL
Aula Pablo VI, Miércoles, 23 de febrero de 2022
La COMECE y el CCEE se suman al llamamiento por la paz en Ucrania
Este jueves 24 de febrero de 2022, los presidentes del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE), Mons. Gintaras Grušas, y de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), cardenal Jean-Claude Hollerich SJ., se han sumado y han publicado sendos comunicados en los que muestran su preocupación por la situación de conflicto en Ucrania a la vez que hacen un llamamiento a la paz.
Comunicado del presidente del CCEE
El presidente del CCEE, en nombre de las Iglesias en Europa, condena enérgicamente los últimos acontecimientos producidos en Ucrania.
Mons. Grušas pide actuar juntos y con determinación para detener la agresión y hacer todo lo posible por proteger a mujeres, hombres y niños inocentes.
Los obispos europeos y las comunidades cristianas rezan por las víctimas de este conflicto y por sus familias y muestran su cercanía por quienes sufren estos actos de violencia; a la vez que se unen a la invitación del papa Francisco a la jornada de oración y ayuno por la paz en Ucrania, el próximo 2 de marzo.
Comunicado del presidente de la COMECE
El presidente de la COMECE recuerda que el escenario de un conflicto armado causa sufrimiento humano, muerte y destrucción terribles. Y en nombre de los obispos de la COMECE, reitera su cercanía y solidaridad con el pueblo y las instituciones de Ucrania.
El cardenal Jean-Claude Hollerich SJ. hace un llamamiento para que finalicen las acciones hostiles, a la vez que pide a la comunidad internacional que busquen una solución pacífica a través del diálogo. También solicita acogida para los refugiados que huyen de Ucrania.
La COMECE, a través del comunicado de su Presidente, su une también a la llamada del Papa: «Que la Reina de la paz preserve al mundo de la locura de la guerra».